Hay que imaginar una pequeña isla sedienta que desde hace muchas horas recibe su bendición otoñal. Algo se expande en nuestra alma al respirarla. Es cierto, conlleva incomodidad si tienes que fanear fuera, pero también lo es que parece limpiar cabos sueltos del pasado reciente para permitirnos, como en el septiembre escolar, empezar de nuevo. Si lejos de mi casa, la lluvia causa desastres, aún no lo puedo saber.
Empezábamos este año hablando de los hilos que unían a los cursos programados. Había hilos de amistades entre autores, cuyo centro parecía ocuparlo Jesús Aguado vinculado a su hermano de julio, Juan Vicente Piqueras (amigo de Héctor Abad Faciolince), a Juan Arnau (con vida afectada por Víctor Erice), a Menchu Gutiérrez (unida también a Juan Vicente Piqueras por el premio de Barbastro que recibirán el 11.11.22)... pero había además los hilos temáticos que formaban otro tapiz cuya última puntada la dará Victoria Cirlot, diáfana y apasionada, que nos presentará a Nietzsche (nombrado ya en el tapiz por María Zambrano, vía Aguado; o por Albert Camus, vía Josefina Salord). Antes, como para que no quedaran cabos sueltos en el tejido, ha estado con nosotros de nuevo Bernardo Souvirón con quien hemos recorrido largos siglos que son muy cortos para reflexionar con los clásicos acerca de nosotros. Como un hilo que lo envolviera todo.
Agradecemos todas sus generosidades, dejarnos asistir a su sabiduría y hacernos, sin duda alguna, mejores.
En breve os citaremos para presentaros el nuevo programa. Guardaros la fecha, si estáis en Barcelona: 2.12.22
Feliz otoño.
Post-data: quedan dos habitaciones en Cal Pubill de Ciuret para asistir al curso de fin de semana de Victoria Cirlot. www.talleresislados.com
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