#HISTORIA, #FENICIOS, #TARTESO
Bernardo Souvirón
¿Colonización o migración?
La conquista simbólica del límite occidental del mundo
Del 18 al 21 de abril de 2024 • Asilah, Marruecos
INSCRIPCIÓN ABIERTA HASTA EL 29 DE FEBRERO
«De manera irónica, el pueblo que difundió un alfabeto que continúa siendo todavía hoy la base fundamental de nuestra comunicación escrita, no nos ha dejado huella literaria alguna.»
¿Colonización o migración?
La conquista simbólica del límite occidental del mundo
De manera irónica, el pueblo que difundió un alfabeto que continúa siendo todavía hoy la base fundamentalde nuestra comunicación escrita, no nos ha dejado huella literaria alguna. De ese pueblo viajero apenas nos quedan algunos nombres propios, adjetivos referidos a divinidades, títulos de cargos públicos, fórmulas dedicatorias... Es la esquela de una civilización que poseyó anales históricos, textos religiosos, mitológicos y religiosos, tratados técnicos, cartas de navegación y, probablemente, otros escritos que nos abrirían hoy las puertas de lugares que nos son completamente desconocidos.
De hecho, como si se hubieran cumplido las predicciones de los profetas de Israel, las ciudades fenicias desaparecieron sin apenas dejar rastros útiles que nos permitan estudiar con cierta seguridad la vida de sus habitantes. Todo lo que sabemos de ellas se debe a opiniones ajenas, vertidas por sus vecinos o enemigos. Realmente, los fenicios murieron como pueblo sin que podamos saber si llegaron a alcanzar (o se aproximaron siquiera) sus metas históricas, si es que alguna vez las tuvieron. Sin embargo, siempre han estado ahí, buscando, explorando y conquistando simbólicamente las fronteras que delimitaban el territorio de la civilización y el de la terra incognita.
Una de sus ciudades más importantes, la antigua Tiro, inició a finales del segundo milenio a. C. una aventura migratoria que llevó a sus naves hasta las costas de la fachada atlántica de la península ibérica, y a sus tripulantes a fundar, después de varios intentos, una ciudad a la que llamaron Gadir, es decir, ‘fortaleza’. Hasta hace poco tiempo, la mayor parte de los estudiosos creían que la fundación de Cádiz se debió a navegantes de fortuna que desembarcaron en el lado europeo del Estrecho. Sin embargo, poco a poco, la lectura de las fuentes griegas y romanas y, especialmente en los últimos años, los descubrimientos arqueológicos, nos han hecho comprender que la fundación de Cádiz y las primeras navegaciones fenicias hacia el Atlántico tienen muy poco que ver con la casualidad o con la actividad de comerciantes esforzados que, impelidos por los vientos o por cualquier otra clase de necesidad, acabaron por arribar a costas desconocidas.
Muy al contrario, estoy convencido de que la fundación de Cádiz y de Lixus (en territorio de Marruecos), marca un modelo de colonización y, especialmente, de conquista simbólica, que se ha perpetuado hasta nuestros días en viajes como el de Colón o el de las naves Apolo, empresas ambas que suponían, como en el caso de Cádiz, la conquista simbólica de una frontera desconocida. La actividad colonizadora de la ciudad de Tiro (metrópoli de Cádiz, Cartago o Útica) en el occidente mediterráneo tuvo carácter oficial y fue patrocinada por el Palacio y el templo de la ciudad fenicia, que desplegó un entramado mítico, religioso y propagandístico relacionado con el dios Melkart (al que los griegos identificarían con Heracles y los romanos con Hércules) en el lado europeo del Estrecho y con el jardín de las Hespérides en el lado africano.
Las Columnas de Melkart, que hoy conocemos como Columnas de Hércules, son el símbolo de un proceso migratorio y, a la vez, de una actividad oficial de intercambio comercial y de descubrimiento que, además, influyó de manera determinante en el desarrollo de una población indígena que también hoy parece emerger, gracias a los descubrimientos arqueológicos, de su nimbo mítico: Tarteso.
A lo largo del taller trataremos de explicar este proceso desde un lugar muy cercano a uno de los pilares de la leyenda: el jardín de las Hespérides.
«...influyó de manera determinante en el desarrollo de una población indígena que también hoy parece emerger, gracias a los descubrimientos arqueológicos, de su nimbo mítico: Tarteso.»
Bernardo Souvirón
¿Colonización o migración?
La conquista simbólica del límite occidental del mundo
Desde el jueves 18 de abril a las cinco de la tarde, hasta el domingo 21 después de comer.
Hotel Patio de la Luna, Asilah, Marruecos. Recogidas en el aeropuerto de Tánger.
El precio con estancia va de los 750€ a los 950€ en función del tipo de habitación escogida. Incluye todas las comidas, cenas y desayunos, y también el traslado en coche desde y hasta el aeropuerto de Tánger.
El precio sin estancia es de 510€ e incluye las comidas y cenas.
Información: info@talleresislados.com o 971150731
Bernardo Souvirón nació en Córdoba en 1953. Fue profesor de Griego Antiguo y Cultura Clásica en el Instituto María Zambrano de El Espinar (Segovia) y profesor Tutor de Latín en las Facultades de Filología y Filosofía de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Durante quince años fue redactor del Diccionario Griego – Español que, bajo la dirección del profesor y académico Francisco Rodríguez Adrados, se redacta en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Como miembro de este equipo, recibió en el año 1989 el Premio Aristóteles que concede anualmente la Fundación Onassis.
Ha sido colaborador habitual en el programa de Radio Nacional de España “De la noche al día”, donde, desde el mes de Septiembre del año 2002, desarrolló la tarea de explicar semanalmente a los oyentes el mundo de la antigüedad griega y romana desde distintos puntos de vista. Del mismo modo lo ha sido en el programa “La noche menos pensada”, también de Radio Nacional de España, en la misma tónica, la de relatar la antigüedad clásica a unos oyentes heterogéneos. Ha sido también colaborador semanal de la revista La Clave, dirigida por José Luis Balbín, desde el año 2003 hasta la fecha de su cierre, en Julio de 2008. En sus páginas intentó semanalmente la aparente paradoja de explicar los hechos y sucesos del presente situándolos en el pasado. Es autor de los libros:
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Mujer de Aire, Ámbito Literario, Barcelona, 1980
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Hijos de Homero, Alianza Editorial, Madrid, 2006
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El rayo y la espada I, Alianza Editorial, Madrid, 2008
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El rayo y la espada II, Alianza Editorial, Madrid 2011
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El laberinto del Minotauro, Gredos, 2016
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Los doce trabajos de Hércules, Gredos, 2016
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Prometeo y el secreto del fuego, Gredos, 2016
Ha publicado numerosos artículos, en revistas como Aularium, Clío, MUY Historia y, entre los años 2003 y 2008, el autor escribió más de doscientos artículos en la citada y desaparecida revista La Clave. En la actualidad prepara el tercer volumen de El rayo y la espada y un libro sobre la leyenda de Ulises, ambos para Alianza Editorial.
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El patio de la Luna es un hotelito en Assilah, en la costa atlántica marroquí, al que nos unen lazos amistosos y menorquines. Además del hotel, donde solemos hacer las clases, nos hospedamos en uno o dos riads dentro de la preciosa medina.
UBICACIÓN